Tercer disco del guitarrista bilbaino, que en esta ocasión se asocia con el saxofonista Javier Alzola, algo no casual, ya que su amistad dentro y fuera de los escenarios se remonta varios años atrás, habiendo compartido numerosos festivales, clubes y conciertos. Esta unión da como resultado un trabajo con ocho temas llenos de matices, donde la guitarra de Miguel y el saxofón de Javier elaboran un lenguaje fluido, un Código de sonidos propios, unas melodías frágiles e intimas como “ Una hora con Margot” o “Donde estabas tu”, la potencia y energía de “Código o “Bienvenido Mr Swing”…otros temas mas en la onda de sus anteriores trabajos…la onda hipnóptica de “Requiem” o “ Santuario” o la delicadeza de “Mirando para adentro”
Su música es minimalista, a veces dulce y viajera, otras veces áspera y vanguardista, llena de contrastes sonoros donde se entrecruzan las sensaciones, ofreciendo un producto sonoro sólido y lleno de momentos mágicos que proporcionan al oyente un viaje al interior, un disco profundo donde el oyente disfrutará de variedades rítmicas y tímbricas y donde nada pasará desapercibido.
El cuarteto lo cierran Hasier Oleaga y Jon Piris a la batería y contrabajo, una pareja que ya venían trabajando junto a Miguel en sus anteriores trabajos.
En este tercer trabajo de Miguel Salvador, la conjunción de estos cuatro músicos nos muestra la corriente más actual del jazz vasco contemporáneo. En perfecta salud y redonda armonía.